El uso creciente de las estadísticas en la administración, es parte de la tendencia hacia basar las decisiones administrativas en fundamentos lo más objetivos y científicos posibles. Los administradores dependen cada vez más de los datos estadísticos para obtener información necesaria sobre lo sucedido en sus operaciones internas y en los campos más amplios de los negocios y las actividades económicas.
Los datos estadísticos son concisos, específicos, capaces de ser analizados y adecuados para efectuar comparaciones. Por tanto, son en especial útiles en aquellas funciones administrativas clave, tales como establecimiento de metas, evaluación del rendimiento, medición del progreso y localización de puntos débiles.
Los conceptos estadísticos están tan entremezclados en la metodología de las ciencias administrativas y económicas que las líneas fronterizas entre estas disciplinas van perdiendo sentido, un ejemplo de ello es el uso de la estimación estadística y la toma de decisiones.
Pero quizá la contribución más importante es la de proveer una medida de la bondad de la inferencia hecha; en otras palabras una medida de confiabilidad de las mismas.
Los administradores deben encontrar formas de conocer los efectos de esos cambios en sus actividades diarias, un método seria el pronóstico de acontecimientos probables en ventas, materia prima, mano de obra entre otras.